miércoles, 19 de mayo de 2010

La otra revolución

La revolución campesina

Zapata y villa desde luego no son lo mismo ni como personas ni como dirigentes ni como revolucionarios.

A zapata lo seguían masas de comuneros pueblerinos despojados de sus tierras mientras que a villa lo seguían masas de peones aparceros arrieros y buhoneros que jamás habían tenido un pedazo de tierra como propio
Las perspectivas de su lucha eran por principios diferentes.
Para zapata del sur, lo fundamental era devolverles las tierras como propio
Para villa del norte donde abundaban las latifundios lo básico era dividir las haciendas.

Ambos son identificados como los verdaderos campeones del reparto de tierras y nuevamente de la instauración de la pequeña propiedad en el campo.

Los campesinos de zapata fueron a luchar reivindicando los derechos de sus pueblos y estos derechos como las ideas y los programas liberales que otros revolucionarios preconizaban.

Seguramente zapata no pensaba en desencadenar una revolución por lo menos no una revolución social.

Se puede decir que los mismos proyectos de madero de transformación del esatado para zapata y los suyos no significan absolutamente nada aun cuando de ello dependiera el que se les impartiera justicia.

La idea de su necesidad presente se convertía para zapata y los zapatistas en la idea de los que no tenían nada de los que no son mas dueños que del terreno que piensan poseer un pedazo de tierra a través de pueblos que a su ves poseían tierras aguas y montes para que para que no solo la agricultura si no asta hasta la industria pudieran permitir la aplicación de los hombres al trabajo.

En el norte de México Francisco villa esa extraña mezcla de bandido dictador y reformador social encarna el otro aspecto de la tragedia del campesinado mexicano durante la revolución.

En efecto antes de que villa agregara a sus propias ideas el programa agrario de los zapatistas en la conversación revolucionaria para el dar un pedazo de tierra a los campesinos pobres significaba darlo ante todo a sus soldados como que eran quienes habían luchado por ella. Pero jamás vio a sus soldados como9 algo diferente del pueblo eran de pueblo mismo.

Si el sueño de zapata se cifraba en devolver sus tierras a los campesinos de Morelos profundamente arraigarlos en sus pueblos el de villa era dar tierra a los desarraigados de norte que sin dejar de ser soldados le confirieran un nuevo sentido a la patria como el la concebía.

Las publicaciones villistas se habían encargado de forjar un verdadero cuerpo de doctrina entorno a la adopción del ideal de la pequeña propiedad como principio rector del villismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario